La experiencia de ser mamá es maravillosa, pero sin duda está teñida de sentimientos encontrados. Acabo de ser madre por tercera vez, Emilia tiene casi 2 meses y ha sido sin duda un regalo de Dios, pero un regalo al cual muchas veces no entiendo, las guaguas son exquisitas pero lloran y gran parte del tiempo uno no sabe porque. Al principio es relativamente fácil interpretar sus requerimientos, las opciones son restringidas: tiene hambre, sueño, dolor de guata o un pañal cochino; pero en la medida que van creciendo y sus horizontes se van ampliando, más allá de la cuna y los brazos, la cosa empieza a ser más difícil para los papás y los niños.
El stress que se produce con la aparición de un hijo, sobre todo si uno tiene otras responsabilidades, puede llegar a ser un factor que afecte no solo el apego, sino toda la dinámica familiar y es muy importante estar atento de las herramientas que tenemos hoy para poder disminuirlo.
Ninguna guagua viene con manual y las 4 opciones iniciales de llanto van aumentando exponencialmente hasta que se hace imposible saber qué sucede si el niño no es capaz de decirlo. Es ahí cuando herramientas como Baby Signs se hacen indispensables para poder entregar a nuestros hijos la posibilidad de contarnos que les pasa y bajar tanto su frustración como la nuestra. Una guagua de tan solo 6 a 7 meses te puede contar si tiene hambre o sueño, o si lo que quiere es el autito o la pelota, cosas que para el adulto puede tener poca importancia pero para ese niño son su mundo, sus intereses y en tanto seamos capaces de entenderlos y responder de mejor forma a sus requerimientos los llantos y las pataletas darán cabida a los gestos, las palabras y la comunicación.
Fácil, entretenido, económico y rápido de aprender, pero sobre todo un enorme aporte tanto para padres, niños, educadores y familias a nivel mundial.
Mariana Blanc M.
Baby Signs Chile
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